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Nos encontramos en una zona de gran belleza, donde cualquier camino nos conducirá a un lugar digno de verse, estamos a tan solo 5 km., de preciosos pueblos como Guisando, el Hornillo o el Arenal, estos últimos rodeados de cerezos, en pleno valle del Tiétar. Bellos rincones con ríos de aguas frías y cristalinas que bajan directas de las cumbres de Gredos y bañan nuestro verde y frondoso valle cuajado de frutales. Sus bonitos bosques invitan a pasar un auténtico día de campo con baño incluido en las piscinas, pozas y gargantas naturales del rio.

No podemos olvidar el maravilloso Santuario de San Pedro de Alcántara, ubicado también en pleno bosque al que se accede por un camino plagado de avellanos, castaños y otras especies autóctonas de la zona, donde nos acompañaran las ardillas que allí habitan, y como no, acompasado por el rumor de un pequeño y cristalino arroyo que lo bordea. También podemos visitar la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, de estilo gótico, también de estilo gótico, la ermita del Cristo de los Regajales, El bonito Palacio Real de D. Luis de Borbón y Farnesio, y como no el Castillo del Condestable Dávalos símbolo de Arenas de San Pedro y punto de referencia, pues este se encuentra en el centro neurálgico del Pueblo. Muy cerca se encuentra el Puente Romano del siglo XIV y XV, también podemos visitar el barrio Árabe del Canchal de arquitectura popular inspiración de muchos pintores, y el Barrio Judío atravesado por la calle Sinagoga y después de estas visitas dar un paseo por la calle de la Triste Condesa, salpicada de bares y terrazas donde podremos tomar un refrigerio.

Una de las visitas obligadas cuando se está en Arenas de San Pedro, es como no las Cuevas del Águila, famosas grutas cuya antigüedad se remonta aproximadamente a 50 millones de años, fueron descubiertas el día de Nochebuena del año 1.963 y posteriormente abiertas al público.